domingo, 5 de agosto de 2012

Se busca director de orquesta

Y me preguntaban el otro día de dónde saco tiempo, que si no duermo, que cómo lo hago.... Pasando a otro orden de cosas, me he parado a pensar en los directores de orquesta... 
Gergiev, con su cara de abstraído loco y sin batuta. Abbado, con su clásico movimiento de la mano izquierda tan imitado por muchos. Mehta y su capacidad de dirigir de memoria. Rattle con ese sincronismo espectacular que le llevó a crear la banda sonora de El Perfume. Barenboim y su sentido del humor con el público en la Marcha Radetzky. Karajan el autoritario e impresionante director. El carismático Bernstein.... etcétera etcétera.... Hay un largo, muy largo elenco de figuras con distintos estilos, personalidades y puestas en escena con un punto común: Garantizar la armonía de un conjunto.

Hacer que cada instrumento entre en el momento oportuno con la fuerza o la sensibilidad o lo que en ese momento se precise, para que la pieza se vaya tejiendo y el resultado sea brillante.
Para todo ello, el director debe llevar el tempo de la acción y se adelanta a cada uno de los instrumentos con un gesto, una mirada, una señal y advierte al músico "ahora vas tú". Requiere una absoluta sumisión a obedecer por parte de los que componen la orquesta.  El resultado es que el conjunto es aplaudido por un público que se pone de pie y un director que humildemente hace una reverencia y obliga a levantarse a sus músicos que reciben una ovación.

Hoy domingo, ahora sentado en un balcón, escuchando el trinar de los pájaros de ciudad. Pienso, qué falta más grande nos hace un buen director de orquesta. De esos que saben llevar el ritmo, que piden esfuerzos pero regalan resultados. 
Mucho me temo que lo que tenemos no sabe marcar el ritmo con un tambor de feria. Hace entrar las flautas cuando tocan los violines.  Trombón cuando es una viola y percusión cuando toca silencio.
Para saber dirigir bien, has de ser músico, has de sentir la música como un sentimiento y no como un trabajo remunerado. Y ser muy humilde. Tener sentido común y coherencia.
A mi me enseñaron a empezar con una clave de sol en el inicio del pentagrama. Hoy hace sol... que busquen la clave perdida. #summertime

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