martes, 26 de julio de 2011

En blanco nuclear y subida en cuarta.

Es raro encontrarme con la mente en blanco... pero el cansancio estival, la desidia del trabajo, sudoraciones masivas con ronchas sobaqueras, -el nobel le tendrían que haber dado al inventor del desodorante, y eso que aún hay gente que desconoce su descubrimiento, qué pena!!- y coño! que se te pone encima la cabeza el clásico "bocadillo" de palmera con aguas azul turquesa quepaqué... Y te encuentras más seco de ideas que una pasa de Corinto en el desierto.
El caso es que pones un comentario en el feisbu pidiendo ideas para el blog y te llueven amiguetes diciendo: habla de esto, habla de lo otro, lo otro en aquello y aquello... en fin, de todo.
Pues hoy vamos a hablar ya que nos toca, ya que somos muchos coetáneos amiguetes y amiguitas, -qué mal suena lo de amiguitas- ;sí señor, muchos hemos llegado a la cuarta planta, sí, hemos roto la barrera de los treintañeros para llegar por la puerta grande: ....toc toc toc ..... ¿se puede?... a los cuarenta; cuarenta tacos; hace veinte años que tengo veinte años; 30 más 10... cuarentañeros en acción; mira qué pelaco me ha crecido y qué pista aterrizaje en la azotea, caramba con el mayordomo qué gordo tiene el ... ah no, eso es otra movida.

El asunto es que, clic, se cae el almanaque el dia de tu cumple y se engrana la máquina, i ja hi som!! -Ya estamos!!-
Entonces es cuando los hombres y las mujeres sufren un cambio radical, físico en los hombres y psicótico en las mujeres. Los hombres se dan cuenta que donde había una tableta de chocolate, donde el estómago estaba pegado a la espalda, ahora hay una barriga cervecera de cinco meses. La larga cabellera se ha transformado en hebras de pelo lacio, que gustan de desertar del campo de batalla al peine o al desagüe de la ducha. Y aparecen en lugares que antes no había ni uno, sí..sí.. qué necesidad hay que salgan pelos encima de los dedos o dentro de las orejas o en la espalda pordióssss .... sí, no se rían jovenzuelos de barba rala, ya les llegará -i ja no riureu tant- Y ya no reiréis tanto, asquerosos...... El caso es que nos falta tiempo para ir a apuntarnos al gimnasio, hay que quemar grasa, queremos sentirnos jóvenes, volver a esa escultural figura de éfebo que todo lo que comía lo quemaba....pero ahoooora, es que te comes unas aceitunas rellenas y se colocan estratégicamente como el tetris , todas de provecho, cagüentoo.... Creo que lo que engorda es el relleno... que dices: vamos a ver, ejem.. esta pasta es ¿anchoa? ..... pero bueno eso es otra historia; igual que los que se las comen en dos tiempos, primero chupan lo de dentro.. fluacs fluacs.. y luego la aceituna, que sííííí..... que todos lo hemos hecho , jejeje..

Pero las chicas, ellas se encuentran estupendas a los cuarenta y lo saben. Es una situación distinta; realmente es como el plato bien cocinado, ahora sí que es bueno....y ¿qué es lo que pasa? pues nunca se sabrá lo que les pasa, porque ellas funcionan a otro nivel. No son tan básicas como los hombres y piensan... y piensan y vuelven a pensaaar y una volta y una altra vegada, ahora otra vez desde el principio y pensar y toda la noche...y taca tí tracatá... y por la mañana te dice:
-Roncas como una bestia... no he podido pegar ojo en toda la noche.
pero nooooo..... su problema es que ha estado pensaaaando toda la noche... y continúa:
-Sabes lo que he pensado?
- No me digas que quieres hacer algo en la casa, ¿pintar? ¿nuevas cortinas? ¿el sofá? ¿ses lámpares? ..."Dios Sagrado siempre tienes alguna de movida" google translator
Ya estás temblando, a ver por dónde me sale ésta- piensas-.
-Pues que voy a ir a nadar, como hace.... (nombre de una amiga).
Y empiezan con el nadar, y como les parece poco, se apuntan a tai-chí, clases de música, llevar a clases de ballet a las niñas, si son niños a clases de taekwondo, quedar con las amigas para cenar o ir al cine, vida social repleta hasta la bandera.. ¿por qué? porque su cuerpo lo necesita , tienen tanta energía cinética.. ¿energía cinética?-se preguntarán. claroooo!!! la energía cinética que se crea al darle vueltas y vueltas al cerebro toda la noche, energía para iluminar el Nou Camp durante todo un partido con prórroga y penalties.... y necesitan liberar esa energía acumulada haciendo muuuuuchas cosas, cuantas más pues mejor y así llega la noche y se encuentran satisfechas, realizadas y preciosas con los mejores cuarenta de su vida. Porque saben que nunca estarán tan bien, porque nos gustan tal como son y porque nunca podríamos hacer lo que ellas hacen.

sábado, 2 de julio de 2011

Aromas de ciudad


Uno de los placeres más grandes que hay es disfrutar del sentido del olfato. Sobre todo en verano, donde se mezclan los aromas, los olores y fragancias, en un combinado perfecto. La temperatura y la humedad invitan a la mezcolanza que se desparrama, inundando el ambiente, explosionando en matices altamente gratificantes para los sentidos de cualquier humano presto a oler, cada efluvio, cada perfume, todo un conjunto.
En este momento es donde entro en escena. Ocho y media de la noche. Me dispongo a realizar un paseo palmesano, despues del trabajo. He esperado todo el invierno, porque no me gusta el frío, porque lo odio, porque sólo huele a invierno, crudo, insensible; la gente no hace vida social, no pasea, no sale a la calle y me entristece que a las cinco de la tarde, todos lloremos por Ignacio Sánchez Mejías, mientras los ingleses toman las pastas y su té. Nos martillean los versos de Lorca que Paco Rabal recita con su voz profunda. Tantas horas desperdiciadas por vivir donde vivimos.
Pero ha llegado, suplicando todo el año. En un plis me pongo mi música en el telefonino y palante como los de Alicante. Me gusta imaginar historias con la gente que me encuentro por el olor que desprenden. Paso por delante de una planta baja y huele a caldo de pollo preparado para el dia siguiente. La señora María, previsora y mejor administradora, ha preparado la comida que dar a sus hijos y a su marido, primero sopa y luego ropa vieja, un plátano y un café. Ha solucionado la comida de un dia; y económica.
Una pareja viene hacia mí mientras suena fly me to the moon y Frank me hace acelerar el paso, rebaso a la pareja y dejan ese rastro a su paso; cabellos mojados los dos. Huelen a ducha fresca, mientras él lleva una colonia ligeramente empalagosa; ella huele a cabellos húmedos con acondicionador y espuma moldeadora de rizos y detrás aparecen unos destellos aromáticos de una suave agua de colonia de rosas. Deliciosamente embriagadora. Me los imagino camino de un restaurante, porque es jueves y porque la zona de tapeo de Santa Catalina te invita a ello.
Y Frank se marcha y tras unos compases de Knopfler, la voz de Karen Matheson se suma al sonido del acordeón de Donald y me acerco al mar y viene un grupo de extranjeros: cuatro hombres delante y supongo que sus cuatro mujeres detrás, con sandalias y calcetines pordiós!!... caras rojas todos ellos.. desprenden olor típico de aceite solar playero mezclado con colonia de esencias de Pachuli, insoportable para un olfato sensible, inapropiado para un clima como el nuestro, donde se estilan los aromas frescos, florales y ligeros para el verano.. Y ellas, bombardeo masivo de perfumes nórdicos, coppertones, ambres solaires y aftersunes... Cuanto daño hace el invierno a estas gentes.... que pasean despues de la pitanza hotelera a media pensión en algún hotel de la zona.... embadurnando las calles con "esencia de guiri", sol y arena.
Me acerco al ecuador de mi paseo y el olor de pizza, de pasta al dente y de leña inundan mi camino, dejo atrás el italiano y una humareda de cigarrillos se desprende de un grupo de jóvenes sentados en una terraza, último refugio donde matar las ganas tras las nuevas leyes.
Subo de nuevo hacia mi punto de partida y me cruzo con un repartidor de bebida, deja su última caja por la puerta de servicio de un restaurante y ya se va de retirada, con la camisa sudada y con ganas de una ducha, de una cena que le habrá preparado su mujer, besará a su hija Noelia que ya dormirá cuando llegue y se meterá en la cama hasta que el despertador digital le levante a las cinco y media de la mañana.
El olor de pimiento rojos asados, me abre el apetito y me recuerda que debo comprar una barra de pan recién hecha en el horno-pastelería-bar-cafetería de cerca de casa.
Y llego a casa y dejo atrás las parejas, los guiris y los repartidores... algo sudado, agradezco el gran invento del desodorante, me ducho y casi sin secarme dejo que las gotas sobre mi piel se evaporen por si solas, pasando a formar parte del aire que me envuelve, de la atmósfera de la ciudad. Y casi siento frío y pienso que sigue siendo mi estación favorita. Y pienso en la colonia de Obama que ha diseñado Pedro de Leana y me pregunto cómo olerá. Nunca tendré la ocasión, pero tampoco me importa...vamos sobrados.