Es impresionante la de tontos playeros que hay en Mallorca. Me refiero a los tontainas que no tienen ni la más zorra de montar una sombrilla. Desde mi perspectiva playera y sin nada más que hacer que disfrutar del buen tiempo, de la brisa marina y de cómo las jovencitas muestran sus atributos sin pudor alguno, santo diosssssss! ajenas al paso del tiempo, desafiando a la ley de la gravitación universal y sin la necesidad perentoria de visitar al cirujano...xD señora haga usted el favor de quitarse de en medio que me tapa la fruta fresca, leches!
Así me encuentro yo; observando la instalación de sombrillas de tipos nacionales y extranjeros, demócratas y repúblicanos, indignados quince emes y parados con ayudas. Sres. Pordioós! Que no hay que tener estudios para montar una sombrilla.....Primero se clava el palo y luego se pone el resto, jajaja en dos tiempos...
Tiempo uno: palo principal se clava en la arena, pero no torcido coño!, tampoco vale clavarla diez centímetros, eso no es clavarla. Si le haces una montañita, a la primera de brisa cuando entre el embat, a volar se ha dicho. Poner las chanclas junto a la base tampoco va a servir de mucho. Mojar la arenita con agua del cubito del niño, chorrada supina. El baile del chotis mientras zarnadeas el palo y como si cantases la canción verbenera "mayoneesa" es una gilipollada con aditivos.
En fin. Y tiempo dos: Colócale la parte superior y ábrela. Listo.
Pues así sucesivamente uno tras otro, todos los veranos de mi vida, todas las playas de mi Mallorca querida. Me siento y espero el desfile de sombrillas... Voy numerando mentalmente por orden de despegue, la del guiri floreada será la primera en escapar. Después la pareja de la sombrilla azul. Cuidado con aquella que parte rodando, y huyyyy!!! casi se le clava en el culo de un alemán!!!. Toma pepinazo Teutón!!! Con E.Culi... juasssss
Y me pasa el tiempo y me llevo mi dosis de aire húmedo de la brisa marina a mi ciudad, a mi casa, con los mios; ese aroma a sal y a verano a vida y juventud.
Y mi esposa me mira de soslayo, con su sonrisa cómplice, orgullosa de que su marido la sepa colocar tan bien (he prescindido de decir la palabra "clavar", aunque he sentido la tentación muy cerca, como un susurro)
Y nos vamos, ya nos basta, que mañana es lunes y hay mucho por hacer. Todavía unos se pelean con la tienda quechua para playa y uno se pregunta: Chaval, si no tienes ni idea con una sombrilla simple cómo vas a instalar la tienda de campaña que llevas con los tubos y empalmes y tiras, que necesitas un curso de formación. Maldita sea!
Es la vida supongo, hay de todo por ahí. Como dice una amiga mía, hay que reírse de todo, con todos y de toda cosa viviente (eso es mio) con ese buen rollo se empieza mejor la semana.
Pd. La sombrilla que siempre está ahí es la mía, inamovible contra viento y brisas, la misma desde hace más de veinte años. Siempre clavada en la tibia arena blanca.
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