Voy a esperar al final para colocar el título, no viene al caso. Escuchando el Darling Pretty mientras los punteos de Knopfler me hacen disfrutar. Fascinado, voy siguiendo el ritmo con el pie derecho, pac pac, cambio al izquierdo, pac pac pac. Y pienso en el artículo que leí el jueves el miércoles el otro día. Tengo una muy mala memoria, que hace que no me acuerde del nombre de quién lo escribió, sé que era una mujer, pero no me pidáis el lugar, quizás en la prensa, un blog, un enlace venido de otro enlace, una web. Yo que sé.
Dentro de mi enmarañada cabeza siento como que no retengo. Me fallan los nombres, me fallan notas esenciales signo de la falta de atención, mi hipocampo no fija a corto plazo. Tengo una especie de memoria RAM que en cuanto han pasado 5 minutos se resetea y ciao. Estoy mal programado supongo. O que el cerebro se me arruga al ritmo de los videos del youtube. No tengo ni la más zorra idea de porqué, falta de ejercicio mental supongo, sin más.
En fin, el caso es que la chica comentaba que en las relaciones de pareja había un momento de no retorno, el momento pedo. (Cuidao!! A partir de aquí puede considerarse grosero o soez) He pensado sobre ello y no le resto razón. O lanza a la pareja hacia el futuro o la hunde en la más triste de las miserias.
Creo que es un momento donde te la juegas. De repente uno de los dos mueve ficha y dice: Jaque! Es un fugaz soplido inodoro esperas, fruto de la química de los cuerpos. En el salón, en la cama o en el coche. Y el otro tiene que mover y contrarresta el ataque, mueve ficha y el juego continúa y no pasa nada, una tímida sonrisa quizás, una carcajada si cabe. O bien puede pasar todo lo contrario, un jaque mate en toda regla. Sabes que la partida se ha acabado, es un game over de máquina de recreativo con letras grandes. El soplido ha evolucionado en huracán y no hay supervivientes. Los dos saben que esa relación no durará, es cuestión de tiempo, poco tiempo.
Un médico, no quiero recordar su nombre, decía que se debe evitar a toda costa el gaseo para conservar la relación de pareja, debe pertenecer a la intimidad de cada uno y bla bla...
Ya hace tiempo de mi primera vez, tanto que no me acuerdo, para variar. Supongo que fue servidor quien abrió juego, pero superamos los jaques, los envites, fueran brisas o huracanes. Supimos sobrellevar la relación más allá de las necesidades fisiológicas, ya han pasado más de veinte años y nos han acompañado todo tipo de pedos, olorosos, con ruido, trompetillas con sordina o sin. Tremendas ventosidades con nocturnidad o al amanecer. Flatulencias colosales, petardazos explosivos dignos del libro Guinness. Nunca nos hemos escondido e independientemente de la repulsión que pueda generar al lector, el grado de confianza que se logra con el primer pedo, te abre el camino al futuro y pone la directa.
Todo lo demás son tonterías, espero envejecer sin engaños. Con la naturalidad propia del ser humano y no tenerme que esconder ni de arrugas, ni del paso del tiempo y mucho menos de un pedo que no es más que CO2 Nitrógeno y Metano. Peor está el aire de Madrid estos días y no sabes que mierdas respiras.
Dentro de mi enmarañada cabeza siento como que no retengo. Me fallan los nombres, me fallan notas esenciales signo de la falta de atención, mi hipocampo no fija a corto plazo. Tengo una especie de memoria RAM que en cuanto han pasado 5 minutos se resetea y ciao. Estoy mal programado supongo. O que el cerebro se me arruga al ritmo de los videos del youtube. No tengo ni la más zorra idea de porqué, falta de ejercicio mental supongo, sin más.
En fin, el caso es que la chica comentaba que en las relaciones de pareja había un momento de no retorno, el momento pedo. (Cuidao!! A partir de aquí puede considerarse grosero o soez) He pensado sobre ello y no le resto razón. O lanza a la pareja hacia el futuro o la hunde en la más triste de las miserias.
Creo que es un momento donde te la juegas. De repente uno de los dos mueve ficha y dice: Jaque! Es un fugaz soplido inodoro esperas, fruto de la química de los cuerpos. En el salón, en la cama o en el coche. Y el otro tiene que mover y contrarresta el ataque, mueve ficha y el juego continúa y no pasa nada, una tímida sonrisa quizás, una carcajada si cabe. O bien puede pasar todo lo contrario, un jaque mate en toda regla. Sabes que la partida se ha acabado, es un game over de máquina de recreativo con letras grandes. El soplido ha evolucionado en huracán y no hay supervivientes. Los dos saben que esa relación no durará, es cuestión de tiempo, poco tiempo.
Un médico, no quiero recordar su nombre, decía que se debe evitar a toda costa el gaseo para conservar la relación de pareja, debe pertenecer a la intimidad de cada uno y bla bla...
Ya hace tiempo de mi primera vez, tanto que no me acuerdo, para variar. Supongo que fue servidor quien abrió juego, pero superamos los jaques, los envites, fueran brisas o huracanes. Supimos sobrellevar la relación más allá de las necesidades fisiológicas, ya han pasado más de veinte años y nos han acompañado todo tipo de pedos, olorosos, con ruido, trompetillas con sordina o sin. Tremendas ventosidades con nocturnidad o al amanecer. Flatulencias colosales, petardazos explosivos dignos del libro Guinness. Nunca nos hemos escondido e independientemente de la repulsión que pueda generar al lector, el grado de confianza que se logra con el primer pedo, te abre el camino al futuro y pone la directa.
Todo lo demás son tonterías, espero envejecer sin engaños. Con la naturalidad propia del ser humano y no tenerme que esconder ni de arrugas, ni del paso del tiempo y mucho menos de un pedo que no es más que CO2 Nitrógeno y Metano. Peor está el aire de Madrid estos días y no sabes que mierdas respiras.
Es increible Pep. Yo trabajé largo tiempo en una Task Force multinivel que la llevaba un gran vendedor, mejor comunicador y para ser sinceros, un buen tío. Este Señor, tenia un curso de formación que se basaba en los pedos. Alguna vez he tenido que dar ese curso que habla de la confianza con tu equipo de trabajo y de la creencia en uno mismo. Siempre acababa hablando del pedo en familia, ese del que tu y esa señora sin nombre hablais. El incluía al pequeño de la casa. imagina, los tres en pelotas por el pasillo dando saltos al ritmo de la propulsión de popa. No se si Junior se prodiga en estos ejercicios familiares de confianza. También hablaba de los mochileros, de los pedos tímidos, de los sociales, de los ligeros, los pesados, y los explosivos. El caso es que el curso es, por experiencia, muy divertido de impartir, pero... hasta que no crezcamos y seamos una red comercial en nómina como "ese que habla con Rajoy sobre energía" manda, no lo verás.
ResponderEliminarPasé un buen rato leyéndolo.
Un saludo
jajajaja Cierto. Me alegro. Un saludo
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