viernes, 9 de diciembre de 2011

El placer de los medicamentos

En España somos diferentes. Nos encanta tener medicamentos en casa, cuántos más mejor. Y es que leo el caso de una amiga que sucumbe el fin de semana, toda la semana aguantando resfriado y ¡¡zasca!! el viernes por la tarde el cuerpo dice basta. Los bichejos infecciosos han ganado la batalla y te han dejado el "güello gue no puedeg tragag ni un sogbo de agua". Esa maldita bola que te atranca la gola, y te preguntas ¿por qué tengo que tener tanta saliva? Por Dios, es un suplicio. Lo mejor, comer galletas de Inca de las gordas, la primera no pasa, pero la segundaaaa, la segunda ha rascado todo la faringe, laringe y esófago y se lleva la bola y los bichos dinamiteros hasta la rabadilla. Pero bueno, el asunto es que sabes que tienes medicamentos en casa, no ves la hora de llegar para hacerte un caldito aunque sea de sobre con fideos hidrofilizados, fosilizados o hidrogenados o como carajo se llamen e ir flis-flas hasta el armarito del baño, arriba a la izquierda o a la derecha, nunca al centro. Abrir y ver esas estrategicamente  posicionadas cajitas unas largas, otras cuadradas -maldito bote redondo lo que ocupa- y buscar esa couldina efervescente fishhhhhhh  y mientras observas como danza la jodía en el medio vaso de agua y se desintegra y sólo con verla te sientes mejor. Glu glu y grupppp.. ese eructito después. Esto calma la enfermedad.
Pero como con todo, cuantos más tienes más deseas. Y guardas con avaricia y esa crema que te recetó tu doctor de cabecera, cuando te cayó la pesa del gimnasio encima del dedo meñique, ha caducado hace 3 años, pero es igual tiene su lugar allí en el fondo de la derecha. Y es que llega un momento que las cajas de medicinas no caben en su lugar y es cuando, necesitas ampliar terreno. Eso hace que te lleves las de más uso a la cocina, generalmente junto a los sobres de manzanilla, te Lipton y demás que no has usado en la puta vida, porque tu eres más de café. Y se guardan allí. Y cuando buscas ,si no están en un sitio están en el otro -generalmente buscarás primero en el que no están- Ahora bien, ya sabes que si sacas las tiritas que están detrás de la caja de Almax, apoyadas junto al bote redondo de Vic vaporub, sí el que jode la colocación del Tetris, te va a caer la crema Avril para las quemadas (que caducaba el año pasado), el Fortasec que te compraste para el viaje aquel a Marruecos -y menos mal bufff- se va a tirar al lavabo y se llenará de jabón. Ojo que la caja de gelocatiles está ahí pero vacía, ya que alguien se tomó la última pastilla y no dijo na.. Y no te quedará más remedio que recolocar y hacer cuña con la caja de tiritas que lo aguantará todo como un arco ojival. Somos verdaderos supermercados farmacéuticos  Pero eso nos da tranquilidad ¿Alguien da más?

No hay comentarios:

Publicar un comentario