viernes, 27 de abril de 2012

Gratis... esa palabra que caerá en el olvido

Y es que a quién suscribe estas líneas se le hace cuesta arriba el intentar reir. 
-¿Qué hemos hecho para merecernos esto?
Si es que esto tiene que acabar a "galleta tendida"  -galleta en el sentido de bofetada- a "galtades" como se dice en mallorquín. 
Hace tiempo dije -no sé dónde, escribo en tantos lados- que en este puñetero país nos iban a cobrar hasta por respirar y mecachis que me estoy acercando a mis propias profecías.. o que un listo me las está copiando en beneficio de la comunidad... decía... que un tiquetero de playa provisto de una cinta métrica iba  a medir los metros cuadrados de arena que empleamos los bañistas y tarifarnos a raíz de dimensión de toalla de propaganda, Cola-Loca, Jeineken, o Viajes Interestelares... Más dificil lo tendrán para cobranos las brazadas, pero seguro que alguna se les ocurrirá.
Y es que el lugar público y gratuito se habrá acabado. Para ir a la montaña  será de obligado cumplimiento  tener un carnet de excursionista  que se expenderá por el período de un año, previa presentación de los certificados de aptitud y  justificar un grado de un 95% de pirofobia o arsonfobia congénita y escaldar el pago de las tasas correspondientes al organismo que tenga las competencias.
Aquí en la isla no les vale la pena cobrarnos por ir a la nieve, aunque seguro que el ayuntamiento de Escorca se sacará un canon a tanto la bola de nieve o tanto por muñeco.  Precio reducido para familias.. cash.. clinc..clinc...

La fotografía la tomé de un diario local de mi ciudad, hace un par de días. Después de que la playa de Palma nunca cobrase por una sombrilla, las hamacas son harina de otro costal, ahora  van a cobrar cinco euritos de nada para poder pillar, que andan muy mal de plata... Y miro la foto y veo una pareja tumbada sobre la arena y pienso en los jóvenes sonriendo uno encima del otro. Chatos reid ahora, pues dentro de poco restregar cebolleta tendrá un gravamen especial tarifado dentro de la categoría  Dos apartado Cinco de hortaliza creciendo en arena púbica bajo el amparo de sombrilla. Recargo insular y otras leches. No pondré importe para no dar tanteos orientativos... Sólo se me ocurre decir algo que oí a un albañil y su peón el otro día... váyanse a tomar por culo, que les guste mucho y que nadie les vuelva a dar.

Les dejo algo gratis.... For free.. de Joni Mitchell ... esta vez con voz de Judie Collins y el mejor clarinetista del mundo Richard Stoltzman.
 

martes, 17 de abril de 2012

Cuestión de cojones

Esta vez tengo que ponerlo me ha venido de cojones....


CUESTION DE COJONES , Arturo Perez-Reverte (26/04/98)


Hace tiempo que mi madre no me da la bronca por abusar del lenguaje soez en esta página, y empiezo a preocuparme. O ella envejece y se acostumbra, o estoy perdiendo facultades y volviéndome lingüísticamente correcto. Por fortuna, todavía llegan cartas de algún lector o lectora inasequibles al desaliento, afeándome mi poca vergüenza. E incluso Nacho Iglesias, el baranda de esta barraca, recibe periódicas sugerencias para que en El Semanal me echen a la calle de una puta vez. La última es de un señor de Oviedo, por la letra jubilado y por el membrete notario, que me afea el uso, e incluso el abuso, de la palabra cojones, e incluso sugiere la posibilidad de que yo saque tanto a colación el asunto por algún trauma personal relacionado con mi propia virilidad o, subraya el amable comunicante, mi ausencia de ella. " A ver si es maricón", concluye, por si no he captado los circunloquios preliminares.

En fin. Al margen de que yo pueda resultar más o menos maricón, la antedicha carta me viene al pelo para traerles a colación un impreso anónimo que hace tiempo circula por ahí -algún lector ha tenido el detalle de mandármelo-, y que, bajo el titulo Riqueza del castellano, enumera una exhaustiva relación de las diversas acepciones que en nuestra lengua, la de Quevedo y Cervantes, tienen los atributos masculinos. Y me van a perdonar el notario de Oviedo y mi madre, pero no me resisto a glosar el asunto y poner los cojones en su sitio.

Por ejemplo: según confirma con acierto singular el mencionado folleto, el sentido cojones varia según el numeral que le acompaña. La unidad significa algo caro o costoso (eso vale un cojón), dos pueden sugerir arrojo o valentía (con dos cojones), tres significar desprecio (me importa tres cojones), y un número elevado suele apuntar dificultad extrema (conseguirlo me costó veinte pares de cojones). Del mismo modo, basta un verbo para darle variedad a los significados. Verbigracia: tener puede referirse a valentía (esa tía tiene cojones), pero también censura, admiración o sorpresa (tiene cojones!); expresión que, en su variante ;manda huevos!, hizo recientemente popular, en sesión de las Cortes, mi paisano y compañero de maristas Federico Trillo.

Siguiendo con los verbos, acompañado, de poner puede significar reto o aplomo (puso los cojones encima de la mesa), y el verbo tocar implica molestia, hastío o indiferencia (me toca los cojones), vagancia (se toca los cojones), e incluso desafío (anda y tócame los cojones). El término es también acepción de lentitud (viene arrastrando los cojones). Y en cuanto a amenaza, su uso es frecuente (te voy a volar los cojones) e incluso se recurre a ello para describir agresión física (fue y, le pateó los cojones).

Los prefijos y sufijos también son importantes de cojones. Por ejemplo, a- significa miedo (acojonado), des- implica regocijo (descojonarse), y -udo implica calidad o perfección  (cojonudo). También las preposiciones matizan lo suyo: de, alude a éxito (nos fue de cojones) o intensidad (hace un frío de cojones), hasta define ciertos límites (hasta los cojones) y por alude a intransigencia (por cojones). También se recurren a ellos como lugar de origen para definir cierto tipo de actitudes intrínsecamente españolas y como origen de voluntad inapelable (porque me sale de los cojones). En cuanto al color, textura o el tamaño del asunto, los significados son ricos y diversos como la vida misma. Un color violeta define bajas temperaturas (se me quedaron los cojones morados de frío). Posición y tamaño son decisivos, tanto para precisar pachorra o tranquilidad (se pisa los cojones) como coherencia (lleva los cojones en su sitio). Sin que falten referencias cultas o históricas (tiene los cojones como el caballo de Espartero).

Así que ya me dirá usted, señor notario. A ver cuando Shakespeare, o Joyce, o la madre que los parió, en esa jerga onomatopéyica y septentrional que usaban los pastores para llamar a las ovejas, y los piratas para repartirse el botín contando con los dedos, fueron capaces  de utilizar, con todo su Oxford, la palabra equivalente con tanta variedad, y tanta riqueza, y tanta prosapia como la usa hasta el más analfabeto de nuestros paisanos. Tres mil años de griego, latín, árabe y castellano respaldan el asunto. Lo que, se mire por donde se mire, es un respaldo lingüístico de cojones.

miércoles, 11 de abril de 2012

Adicto a la risa

Y mañana la tele da agua y pasado también y el otro ya ni lo miro. Porque estamos en abril y ya lo dicen: en abril agua mil y supongo que así ha de ser, por mucho que nos pese a los que deseamos a toda costa un verano caluroso de -qué calor rediós sólo se está bien dentro del agua-.

Y el asunto es que tengo adicción y adición a la risa, lo primero porque soy adicto y lo segundo porque siempre sumar y siempre añadir. Adicto a los doble s sentidos, al reír por reír, porque me gusta la acumulación desbordante de las endorfinas, (alguna vez he explicado lo que son) que haya muchas y por doquier, por aquí por allá por arriba y por debajo. La risa es el instrumento gratuito que tenemos los hombres para hacer más llevadera la carga. Es capaz de todo, uno puede tener un mal día pero cuando la risa pone la directa y coge las riendas, es que no hay vuelta atrás, es una risión...., un grado de supremo bienestar.... la mandíbula desencajá y se te olvida la mochila de veinte kg. a nivel del mar que llevas en la espalda. Tal cual, es el Redbull vitaminado que te mete pilas en la sangre y graaatissss. No hacen pagar por ello y eso que siempre hay el soso que tiene sentido del ridículo...
- Ay mira ése que papelón hace !!!! Se creerá gracioso y todo!! 
Pero si es que eso es lo de menos, si alguien se divierte bromeando, y lo hace.... y con ello hace olvidar por un instante -a algún despistado- que la vida a veces tiene su lado crudo y que hay mucho gilipollas y mucha tontería suelta en busca de hombres de gimnasio -preferentemente musculados y sin pelo en el cuerpo y mucho pelo en la frente- para poseerlos de raíz... Si alguien digo.. por un instante se olvida y disfruta, ya habrá valido la pena.
Entonces, la máxima es que hay que pasarlo bien, es la asignatura pendiente que tenemos con nosotros mismos. 
Y el domingo estrenamos programa de  Andreu Buenafuente y su grupo en A3. Aquél jovenzuelo que ya prometía en TV3 en el programa de Mikimoto y que hoy en día trabaja con los mismo amigos que tenía en La Salle de Reus, que siguen siendo sus amigos y máximos responsables de la factoría de El Terrat. Un adicto a la risa  -quien ésto escribe-,  estará encantado de seguirte, por reír por olvidarme un poco de la triste realidad. Que en esta Europa nuestra puede ser que vayamos atrasados en cuentas y seamos los últimos de la cola si cabe, intervenidos próximamente en sus pantallas. Pero de risas y de humor no nos llegáis ni a la suela de los zapatos.. Lo llevamos en los genes de por vida. Y eso nos hace grandes, muy grandes. Viva España y viva el humor y la risa fresca de la mañana, de la tarde y de la noche... y si es con dos copitas ni os cuento.... jajjajajaja